por siempre. En el nombre del Señor que es honrado por esa fe, proseguimos hacia delante proclamando una y otra vez las doctrinas de la gracia de Dios, la eficacia de la sangre del Divino Sustituto, y el poder del Espíritu Eterno; y nos sentimos seguros de que sin importar quién se oponga, el Evangelio omnipotente prevalecerá. Las multitudes tienen hambre de ese pan anticuado con el que sus padres se alimentaron, y demasiados predicadores les dan ahora piedras recién labradas y les piden que admiren
Page 19